Bienvenidos al sabor de mi memoria.
Que interpreta obras de desconcierto y virilidad.
Que conoce la indiferencia.
Que llora en silencio y descubre por dentro.
Bienvenidos al recorrido de mi memoria.
A la simpatía de algunos, de los que se alimenta.
Ella me conoce, porque soportó dolor y nueve meses de anhelo.
Yo trato de devolver el favor.
Bienvenidos al sabor de mis formas.
De mi trato.
De mis gritos y mis ojos.
Que a veces no cuidan.
Que a veces se agrietan
Bienvenidos.
Al origen de mi felicidad.
También al de mis malas rachas.
Porque, si no estás en ambas, date por olvidado.
Sobre todo no me pidas manos.
No me pidas piel.
Trata de ser sutil con tu tacto y tus tiempos de tardes dedicadas.
Hazme tuyo en cada momento.
Hazme el amor, pero también la guerra.
Dame una montaña rusa de emociones.
Llévame de nieve y caliéntame la cama.
Bienvenidos al orgasmo más bonito y sincero.
Bienvenidos a mi vida y a un café bien cargado.
Con poco azúcar.
Ahora déjate llevar por mis palabras y un mundo de historias que se originan en cada uno de mis días.
Por mi cabeza pasan muchos pájaros.
Pero también pasas tú.
Y tu calidez.
Tú que me piensas. Tú que gastas aliento en leerme.
Aunque sea un ratito.
Seas quien seas.
Estés donde estés.
Seas uno más.
O uno menos.
Bienvenido al sabor de mi memoria.
Que si estás en ella...
De mi piel no te escapas.
Mood: Maravillosamente
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